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Un día cualquiera (A Day In The Life)

Un día cualquiera (A Day In The Life)

El Sargento Pimienta y su club de Los Corazones Solitarios cumplen hoy 40 años. Así que no hay otro modo de hacer las cosas que tomar el album entre los deditos, extraer con cuidado el cd (o el vinilo, si sigue por ahí el plato en el que lo pinchábamos), y agotarlo despacito una vez más, las que hagan falta. El Sergeant Pepper's de los Beatles, esos cuatro señores que reinventaron o inventaron todo con la misma tranquilidad con la que se hubieran comido un plato de aceitunas, cumple 40 años. Hubo un día en que sólo oía a los Beatles; de esos hubo muchos días. Mucho tiempo después, cuando ya les había dado tres mil vueltas a los discos, me gustaba ponérmelos mientras me dormía o cuando llegaba a casa con una cerveza de más. Porque hay un momento de conciencia superior en el que los sentidos parecen abrirse de par en par antes de despedirse del todo, hasta otro día; y en ese instante como de plena conciencia, en la que nada se interpone entre los sonidos y el cerebro, uno apreciaba en el duermevela la extraordinaria, la indecible belleza, variedad, profundidad y alcance de las canciones. Los coros, las segundas y terceras voces, las palmaditas, la sencilla complejidad de la perfección, la reunión de maravillosos detalles en canciones hermosísimas. No sé cómo hicieron para en tan poco tiempo, tan deprisa, y con tan firme convicción y facilidad, alcanzar ese grado de absoluta maestría que ilumina toda la obra. Me ha gustado y me gusta mucho la música, casi todas las músicas; nada me ha gustado ni me gustará tanto como los Beatles. Un día cualquiera, los vuelvo a oír (como hoy) y sigue siendo así. Creo que es ya en lo único en lo que me voy a reconocer toda la vida, sin ningún género de dudas.

[Foto: Ringo, George, Paul y John en la fiesta convocada por su manager Brian Epstein, para presentar a la prensa y los amigos el 'Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band', el disco que, cambió la historia de la música, dicen; el disco capaz de cambiar un día entero o media vida de cualquiera, digo yo (aunque quizás prefiero 'Revolver', no lo sé, porque cada día prefiero uno y cada vez prefiero una canción). La foto, y otras, se puede ver aquí. A splendid time is guaranteed for all..].

12 comentarios

Gonzalo -

Personaje del episodio VII de la saga de "La guerra de las galaxias"

Sergio -

Croupier en Las Vegas. Amigo de la infancia de (y muerto a golpes de bate de béisbol por) Joe Pesci.

Mornat -

Redoblo: componente del Rat Pack de Las Vegas en los 60. Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y Chet Flippo.

Sergio -

Propongo abogado de Corleone.

Per -

También medio suena entre actor porno o jugador de NBA de origen indefinido y futuro indefinible

Mornat -

Fíjate cómo será la cosa, Per, que yo mismo compré hace un número indeterminado pero largo de años una biografía de Paul McCartney escrita por Chet Flippo... pero la despreciaba nada más que por el nombre del autor, que me sonaba a cazador de recompensas ajenas y, si acaso, biógrafo exprés de estrellas de garrafón (no que Macca lo fuera, claro). Luego descubrí quién era Flippo y, claro, ya fue otra cosa. Pero como soy orgulloso sigo sin leerla.

Per -

De un tipo llamado Chet Flippo me creo cualquier clase de explicación...

Gonzalo -

Yo, hace muuucho tiempo, también los escuchaba al volver de juerga.
Por lo demás, hace ya demasiado que no disfruto a los Beatles... Necesito tranquilidad y esa media "bufa" para ello.

Gonzalo -

No creo en la propiedad transitiva en lo que a los Beatles se refiere: si se cumpliese, a estas alturas sería zurdo, estaría casado con una fea y/o sería inmensamente rico...

Mornat -

Desde luego Soni. Supongo que el efecto psicotrópico se explica por la propiedad transitiva: lo que se metieron ellos se transmite a través de la música hasta nosotros.

Soni In The Sky -

Viva el Sargent Peppers! Los Beatles son intemporales; un día cualquiera los escuchas y te encantan, y los haces tuyos como si fuera lo más actual del mundo (al menos en tu vida).
Yo tampoco sé si el Sargent Peppers es mi favorito, en conjunto diría que sí, aunque Revolver y el Álbum Blanco... ¡madre mía!
En fin, éste es el lema del "verano del amor" en el que tanto se oía el Sgt P: "Queremos expandir la conciencia bombardeando los sentidos" La música de los Beatles podría ser un sustituto de la droga, (para mí); es suficiente para expandir la conciencia, no crees?
Saludos!

Sergio -

Siempre me pregunté qué pensaríamos de los Beatles si fuésemos ingleses. Esa duda se multiplicó cuando tuve amigos ingleses y comprobé que ellos no sentían ni remotamente mi admiración (sobre todo, el carácter intemporal de mi admiración, como si yo viviese en 1967, digamos) ni menos mi cariño incondicional por los Beatles, como si fuesen mis amigos más queridos. Más allá de la obvia diferencia expresiva entre latinos y sajones me lo expliqué justamente por la cercanía, porque para los ingleses los Beatles más que amigos fueron hermanos o incluso padres, lo que paradójicamente crea un efecto de distancia ante los demás, o sea, el resto del mundo (y me imagino que esto será así incluso dentro de Inglaterra; para la gente de Liverpool los Beatles deben ser una propiedad privada de ellos). Sea como sea lo que decís es cierto: 40 años después los Beatles siguen intactos ante el mundo, no envejecieron. ¿Por qué? No alcanza a explicarse por su (extraordinaria) música. Creo que la explicación más atendible la dio hace muchos años Chet Flippo, un periodista de la Rolling Stone. Dijo algo así como que los Beatles habían reflejado todo el arco de las relaciones humanas en toda su intensidad: primero la alegría de estar juntos, después la necesidad de estar juntos y por último la obligación de estar juntos. Por eso todos fuimos y siempre seremos el quinto Beatle.