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Expo Borbón 2008

Expo Borbón 2008

Allí en la Puerta del Ebro deberían plantar un gran marcador que mostrara la evolución del duelo de visitas Reales (con mayúscula monárquica) a la Expo, que en este momento señala un flamante empate: La Reina y yo, 3-Pipe y la Flaca, 3. Venían en desventaja el heredero independizado y su chica, pero el miércoles empataron con una visita repleta de éxito y calor popular, repartiendo saludos y apretones de manos, con lo cual el pueblo ruso tiene algo que contar de su visita a la Expo aparte del hostión que se dio el del Hombre Vertiente, que eso tiene mala pinta, pobre, y el desconcierto que supone subirse 23 pisos hasta la cima de la Torre del Agua para luego no poder ni mear ni ver nada, que no sé para qué nos metemos semejante rampa, chico. El contento popular no tenía parangón, sin embargo, con el contento periodístico; porque oye, tres páginas de los apretones de manos ya te salen, con lo cara que está la información en la Expo que es que ya no saben ni qué contar; anda El Probador del Centenario ya probando cualquier cosa, que si el amor en la Expo, que si ahí se mete o no se mete, que si un termómetro de última generación para ratificar que a la sombra hace más fresco que al sol... A quién coño se le ocurriría que esto durase tres meses y encima de verano, que si no se incendia el tema ya no hay qué decir. Ahora la noticia es que ponen terrazas. La Expo está que lo tira: como para abrir periódicos.

Terminada la Eurocopa y conquistado Wimbledon, Felipe y Letizia regresaron de London así como con bajón, ¿no?, se nos ha quedado el verano marchito hasta los Juegos. Y eso de los Juegos habrá que verlo, chiqui, porque hay una humedad ahí del quince y tú sudar no me puedes sudar mucho, princesa, que se te viene el vahído al hueso a la mínima. El caso: no hay lugar menos acogedor que Londres un domingo, pero como alguien les había pasado una entradita para el palco de la Central, lo salvaron bien. Nadal ganó porque la Familia, incluso el separao Marichalao, da suerte y triunfo y bonanza. No como Zapatero. Y eso que en Wimbledon no son como aquí: la BBC no enfocó a los tórtolos de Viena en todo el partido, ni en las lluviosas interrupciones, hasta que Nadal fue a saludarlos al final para darles las gracias por esos passing shots que le habían inspirado. Cinco horas y pico de venga raquetazos y ni un plano de la BBC, bien porque son tipos serios en esa cadena, menos papanatas que nosotros, o bien para evitar las escenas de alto contenido erótico que Pipe y la Flaca protagonizaron en el palco del Prater durante la semifinal España-Rusia de la Eurocopa. Los herederos se fueron poniendo rijosos conforme caían los goles y esas sonrisas y ese cógeme la cintura que estoy que lo rompo y ese ayayay Pipe qué golazo, no dejes de traerme a la final por Carlos IV y María Luisa de Parma te lo pido. Esas muestras de euforia sexual fueron los primeros rasgos de humanidad que le vimos a Letizia desde que la enviaron a recoger chapapote al Nunca Mais. Le cayó todo ese agua en la boda y ya no se había dado un alegrón como éste la mujer, ya era hora que también tiene derecho, que le está pasando de todo: que si la Telma, que si lo otro, que si el Peñafiel, la abuela y que si mire usted con El Jueves. Si es que donde esté el fútbol...

Pero a la final se apuntaron la Reina y yo, como no podía ser de otra manera, para ratificar la jerarquía y asegurar la victoria contra los tanques alemanes. Y un poco quizás por bajar el termómetro libidinoso que los otros habían puesto por las nubes con su apasionamiento tan lacayo. La Reina y yo se agarran la cabeza, hacen comentarios jocosos, intercambian comentarios de corte institucional... pero tocarse ni se tocan. Gol de Torres: eh, quietecita ahí y que corra el aire. Casi ni se hablan. No sé si habrá algún documento en el que se les vea mezclar palabra. Y así no es de extrañar que Sofía no se haya quitado el acento borbóngrecia en todos estos años, y mira que ya sería hora. Le pasa como a Cruyff, Di Stéfano y Michael Robinson, gente arraigada en lo propio.

Perderse la final no debió de gustarles a Pipe y su doña, que como contestación se apuntaron primero a la historia en Wimbledon y luego decidieron empatar en la Expo. 3-3 va la cosa, ya te digo. Si no vienen más, es que tenían pase de tres días. Ahí sí que podemos vislumbrar una escena digna de casa real tan popular como ésta. Preguntaría Prince, indeciso: tú que sabes de estas cosas, Letizia, siendo herederos de la Corona, si es que se nos puede llamar así, ¿nos conviene más pase temporada o el nocturno?. El nocturno no que Froilán duerme mal y hay que estar en palacio prontito, repuso Letizia. Joder, que te tengo dicho que Froilán es el de mi hermana, que vaya tostada llevas con los nombres de los críos... Lo que sea, insistió Letizia. Y se puso a mirar la agenda del móvil: espera que digo yo que alguien nos conseguirá una acreditación de periodistas, me parece que ahí en Antena Aragón conocía yo a alguien... Aragón Televisión, mujer, que ya hicieron la Autonómica, que no te enteras. Yo es que desde que quitaron el programa del Chesus y el Valeriano no la veo, dijo como para sí Letizia. De forma que Pipe no se fió y bien que hizo, porque luego había que recoger las acreditaciones haciendo fila con los empleados, y el populismo sí, pero controlado, sin pasarnos. No vamos a estar ahí Letizia con los de los quioscos y el voluntariado, tú con esos vestidos color hueso de Audrey Hepburn que gastas no te puedes exponer de esa manera. Pero si yo soy muy llana. Quita, quita. Así que mandó el Príncipe valiente al chambelán que les sacara pase tres días por si acaso, déjate que yo no me la juego que esta Expo no me la pierdo, tú. Con telecabina, para asegurar todas las opciones. Ale, a la cola. Y gracias a eso empataron a tres.

Ahora hacen un alto todos para irse a Marivent a ponerse las bermudas y la camisa polo, que ya vale ya de pasar calor con los trajes y las americanas de tonos fríos. Y luego ya se verá en septiembre. Si Belloch o bien la pianista han puesto en orden para entonces la cosa de la navegabilidad del Ebro, igual se vienen aguas arriba vía Tortosa-Flix-Quinto de Ebro con el Bribón del Rey. El barco, ojo. Marichalao ha dicho que si eso, él se coge la moto de agua del hermano y se llega en un momento a pagar una ronda y cenita picoteo en el Café del Mar para desengrasar un poco con los suegros y ver a los chicos. Pero que a ver si refresca un poco porque él sin bufanda no sale de casa.

[Foto: Letizia, justo antes de meterse en la cama, pensando a quién podría llamar ella para agenciarse una acreditación de esas de la Expo...].

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