Cumpleloquios
Prefacio: La paradoja del cumpleaños establece que si hay 23 personas reunidas hay una probablidad del 50,7% de que al menos dos personas de ellas cumplan años elmismo día. Para 60 o más personas la probabilidad es mayor del 99%. Obviamente, el 100% para 367 personas (teniendo en cuenta los años bisiestos). En sentido estricto esto no es una paradoja, ya que no es una contradicción lógica. Es una paradoja en el sentido de que es una verdad matemática que contradice la común intuición. Mucha gente piensa que la probabilidad es mucho más baja, y que hacen falta muchas más personas para que se alcance la probabilidad del 50%.
Amigos (espero que se os pueda llamar así...) Somniloquios cumple hoy un año. La paradoja de este cumpleaños es que el blog nació en realidad hace casi dos, pero fue un 4 de enero cuando tomó vida real, tal y como ahora la conocemos. En ese tiempo intermedio se mantuvo en letargo, esperando a mi convicción o a tomar por sí mismo una forma convincente. Ni siquiera tuvo nombre desde el principio: el nombre lo encontré durante un periodo en el que hablaba continuamente en sueños. Hablar en sueños es lo que llaman un somniloquio. La palabra me pareció atractiva. Pensé en modificarla para convertirla en somnilocos, pero no... Ahora está a punto de cambiar o de reproducirse, si se puede decir así: estoy considerando dedicar otro blog paralelo sólo al deporte y a mi producción periodística, que asoma por aquí de cuando en cuando. No sé si lo haré, veremos... Somniloquios ha terminado por demandarme una feliz dedicación que me hace planteármelo, pero los comentarios deportivos suelen ser los que mayor respuesta merecen desde el otro lado. Opinad si queréis.
No sé si en esta reunión de aire e impulsos eléctricos somos 23, 60 o 367. No sé si habrá coincidencias que apoyen la divertida teoría de arriba. No me preocupa, aunque prefiero sentirme acompañado que solo. Si nadie comenta nada, tiendo a pensar que lo escrito ha fracasado, en cierto modo, aunque eso parece erróneo o injusto. Sé de algunas personas que nunca comentan nada pero siempre leen. A diario, dicen: no saben cuánto emociona oír eso. Además, a veces no hay nada que comentar. Escribo para mí mismo y para los que miren, sean los que sean, cuatro amigos o un estadio entero. Supongo que escribo para sentirme libre y explicarme ante el espejo. De cualquier modo, los del otro lado sois quienes le dáis sentido a esto. Escribía antes y guardaba lo escrito: como me dijo Marlo en cierta ocasión, si escribes y nadie te lee acabas por convertirte en un loco, con el cajón repleto de fantasmas. Escribo para huir y para quedarme. Para iluminar mínimos placeres cotidianos. Sobre todo escribo, como le oí decir una vez a Bioy, para no aburrir: ese sí es un reto mayúsculo. No aburriros. No aburrirme.
Abrazos.
pd: la foto es nostálgica y no sé qué significa. Me gusta, sin más.
12 comentarios
Sin Nombre -
Yo no te conozco pero te leo siempre que puedo (o sea siempre). Tu por que crees?
Mario -
Anon -
M. Atwood "The blind assassin".
Iñakil -
Cuanto mejor sea lo que escribes más difícil será comentarlo. No te sientas solo, ahí estamos nosotros engordando el "absentismo presencial" en las empresas.
Blog de deporte sí. Pero acuérdate de todos los deportes, sobre todo los colectivos. A por otro año.
anónimo -
Andy -
Chorche -
Luis -
Nacho -
Yo también te leo a diario, o casi. Y sin aburrirme, o casi. No te dividas. Felicidades.
Jeremy North -
Yo también leo todos tus artículos, aunque no a diario, sino cuando me acuerdo y cuando puedo, que no es siempre.
Yo también tengo una sensación similar a la tuya, cuando escribo un artículo en la web en la que colaboro y no existe ni un sólo comentario sobre él, y sin embargo cualquier mensaje de los repletos de odio tienen respuestas por doquier. Y qué quieres que te diga, que me jode mucho... en el fondo o quizás no tan en el fondo, todos tenemos un ego importante.
Gonzalo -
Lo siento, soy de ciencias (mixtas), que le vamos a hacer.
alex -