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Somniloquios

El sentido (inverso) de la vida

A menudo pienso que los hechos y los pensamientos no se corresponden en el tiempo, y que a veces se desordenan, les falta ajuste, como si el cerebro quisiera avisarnos de algo. Pasé días ahogado en una tristeza sin explicaciones durante el mes de abril de hace algunos años. No había ningún motivo. Justo en el final de ese sombrío pasaje, una mañana cualquiera mi abuela se murió temprano. Madrugar para morirse parece la culminación de una costumbre, de un modo de ser. ¿Por qué no? Si uno se muere durmiendo consideramos que se ha ido en paz; pareciera que la muerte le esté reconociendo los méritos de una existencia sencilla con esa última recompensa. En el instante en que falleció mi abuela, entreví que mi tristeza de tantos días se correspondía con ese suceso posterior, que de algún modo mi cerebro hubiera anticipado. Hace pocos días me quedé mirando un libro de Rafael Azcona durante algunos minutos: Memorias de un hombre bajito. Nunca había pensado en comprarlo, pero de pronto me pareció necesario. Unos días después, el formidable guionista murió, como ya sabemos en Somniloquios. Me quedé pensando...

Desde luego no hay nada sobrenatural en estas coincidencias. Soy yo quien les atribuye cierta magia porque me gusta hacer esas cosas, una posibilidad de modesta literatura de la vida diaria. Algo parecido hay en este corto de Alex Pastor, titulado con un palíndromo: La Ruta Natural. En él, Pastor propone una revisión de la vida en sentido inverso, de la muerte al nacimiento. Hubo quien quiso ver en ese orden alterado de la existencia una alternativa más dichosa, por cuanto el nacimiento tiene la consideración de suceso feliz y la muerte constituye su opuesto, la tristeza y la desaparición. Naturalmente, ese concepto sólo es una magia que nuestro cerebro le atribuye a la realidad, un problema de mera perspectiva. Con un hermoso atisbo de inteligencia sensible, Pastor refuta en diez minutos el sentido de la vida, un palíndromo innegable.

 

1 comentario

Lepantina -

Ese ya clásico post filosófico de los viernes a media mañana...
Dos cosas por delante:
-April is the cruellest month, ya se sabe.
-Las serendipias como las que cuentas de Azcona son la salsa y el "miedito" (Chiquito dixit) de esta ruta.