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Jonny vuelve para frenar la maldición de Wilkinson

Jonny vuelve para frenar la maldición de Wilkinson

Un jefe de la sección Más Deporte de AS aficionado al rugby es lo más cerca que ha estado este juego del main stream deportivo nacional. Pero hemos colado ahí a Fermín y, mientras reaccionan, el chico sigue dándole alegres páginas dobles de apertura a este "juego de villanos practicado por caballeros". La última, este buen reportaje acerca del regreso de Wilkinson a la acción después de casi tres años. Las frases bonitas acerca del rugby están muy bien, y puede que tengan algo de verdad. Cierto que el rugby posee una nobleza que dignifica un juego por otro lado refractario a cualquier redención, pero cuando uno se pone la camiseta y entra en ese fragor incomprensible de golpes, se da cuenta de que hay tipos (muchos tipos, y generalmente muy grandes) que nunca han oído esa frase o no la han entendido o, aún peor, la han entendido pero no quieren saber nada. Lo sabes porque están en tu propio equipo y entrenan a tu lado todas las semanas. Es más... a veces son los que dirigen desde la banda. El silogismo sale fácilmente y se razona en cada agrupamiento: si están en tu equipo (y en tu vestuario), están en el de enfrente. Encontrárselos sólo es cuestión de tiempo. Como los novios desconocidos de nuestras amigas, siempre acaban por aparecer. Mientras, leemos a Fermín. 

Jonny vuelve para frenar la maldición de Wilkinson 

Desde que no juega él, su selección no ha ganado nada. Ha encadenado nueve lesiones seguidas

Los Yankees lo bautizaron como Come Back Kid. El niño que siempre vuelve. Su niño era George Herman Ruth, Babe Ruth, el mejor jugador de béisbol de todos los tiempos. El Bambino llegó al Yankee Stadium con 26 años y una sospechosa barriguita, mientras condenaba a los Red Sox de Boston a décadas de fracaso: ‘la maldición de Babe Ruth’. No volvieron a ganar las World Series hasta 2004. Los Yankees lograron el título en 1921, pero 1922 fue un annus horribilis. El alcohol atenazó a Ruth y el triunfo se mudó al norte de Manhanttan, con los Giants.

La temporada del 23 arrancó fuerte: Yankees-Red Sox en el viejo estadio del Bronx. 65.000 personas en la grada y Babe Ruth en el banquillo. Cuando saltó al diamante, el locutor no tuvo piedad: “Toca batear a Babe Ruth. It’s over (Está acabado)”. Ruth descosió la bola en su primer batazo logrando el home run más famoso de la historia. Fue el Come Back Kid. El mejor Babe regresó y siguió en los Yankees hasta alternar con Joe Di Maggio, su sucesor. Allá por 1934.

Inglaterra sueña en estos días con su particular Come Back Kid. Su protagonista es Jonathan Peter Wilkinson, Jonny, que lleva tres años escuchando como le repiten el funesto estribillo: ‘It’s over’. Pateó el drop que otorgó a Inglaterra su primer y único título mundial de rugby. A decir verdad, el único que reposa en las vitrinas del Hemisferio Norte.

Telstra Stadium de Sydney. 82.957 espectadores. Wilkinson recibe el balón de Dawson y logra el drop más famoso de la historia con su pierna mala. Mientras, Mom Wilkinson compra verdura en el mercado. Lo que pocos saben es que Wilko jugó el Mundial con problemas cervicales. La vértebra C5 oprimía un nervio que maltrataba a Jonny. Tras el Mundial entró en quirófano. Y no salió de él. Desde aquel 22 de noviembre de 2003, ha encadenado nueve lesiones: Rodilla, cuello, roturas musculares... Hasta una inoportuna apendicitis.

Ahora el apertura ve la luz al final del túnel. El de Frimley ha sido convocado por su seleccionador para los amistosos de otoño. Desde que Wilko dejó la selección, Inglaterra no ha ganado nada. Parece acabada. ‘It’s over’. En Boston ‘la maldición de Babe Ruth’ castigó a los Red Sox durante 84 años. En Buckingham Palace no quieren que ‘la maldición de Wilkinson’ dure un día más. Esperan otro Come Back Kid. El niño que siempre vuelve: Jonny.

Foto: la patada voladora de Wilco que se cargó el vals de Matilda en el Mundial australiano de 2003.

5 comentarios

Mario -

Gales, cómo no. Supongo que nombrar a Neil Jenkins delata tu edad. Yo delataré la mía para hacer referencias a algunos grandes de Gales, que es tanto como decir algunos grandes del rugby con mayúsculas: Jonathan Davies, desde luego; JPR Williams, Gareth Edwards, Gareth Davis, los Quinnell (padre e hijo)... Gales no es un color o una preferencia sentimental, o no sólo es eso; es también la obligación del saludo a un arquetipo, una de las expresiones más altas del rugby en los años 70.
Eduardo: lo que no es rojo es hierba. "Chavalico, ten cuidado que te puedes hacer daño" (frase oída en el fragor de un agrupamiento algo violento); el noble arte del placaje retardado; el puño más rápido que el ojo en las melés. Si no fuera por esos raticos...

Nacho Escuin -

de mi viaje a Gales cuando niño conservo algo de fervor por Neil Jenkins... ponía la carne de gallina ver aquellas fotos enormes en el estadio de Cardiff (época anterior al Milenium Stadium...). Creo que algo rojo fluye dentro (uniforme de respeto de siempre de nuestro Zaragoza).
Una cosa más: a mi padre y a mí nos encantan tus artículos en el As, y creemos que Pedro Luis Ferrer y tú haceis un equipo espectacular.

Eduardo -

¿Quién no ha oido "lo que no es rojo es hierba"?

Mario -

Gracias, Nacho. Bienvenido a Somniloquios. En realidad, a mí lo que me gustaría es que volviera Gavin Hastings al equipo de Escocia con 25 años; y con él, el resto de muchachos: el tiburón John Jeffrey, Finlay Calder, Iwan Tukalo, Tony Stanger y el sucio capitán Sole. Y repartir estopa en el Grand Slam del 90... A uno le va el haggish, qué le vamos a hacer.

Nacho Escuin -

La verdad es que sí es una buena noticia que vuelva a jugar... el 15 de la Rosa y toda Inglaterra lo necesitan de verdad.
Acabo de entrar en tu blog y me parece estupendo. Enhorabuena.