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Fa(r)go

Fa(r)go

"Ha corrido la sangre, Jerry".
(Carl Showalter, interpretado por Steve Buscemi, en Fargo)

Yo mismo, que por desgracia no soy un gran viajero de lo aragonés, he estado varias veces en Fago, porque Fago está al ladito de Ansó. Mi familia y mi apellido proceden de Ansó. Yo apenas he ido de visita a Ansó, pero el nombre y el lugar poseen para mí una fuerza casi mítica, adquirida en las historias que he oído en casa desde siempre; así que lo siento como un mínimo paraíso al que referir mi raigambre, yo que nunca he tenido pueblo (ni lo he echado de menos) como lo tienen la mayoría de las familias en Zaragoza. Cerca de ese lugar adánico, en alguna de esas carreteras de Aragón olvidado en las que yo me he detenido para deleitarme con la belleza del lugar, en una de esas carreteras que lleva a Fago mataron hace unos pocos días a Miguel Grima. A estas horas la historia la conoce todo el mundo y Fago se ha convertido en el silencioso epicentro de una historia negra. La otra noche, noche de este invierno que no alcanza a invierno, el alcalde de Fago volvía en su automóvil de una reunión con alcaldes de la comarca. En medio del camino se encontró con unas piedras sobre el piso y salió a apartarlas para continuar la ruta. Al poner pie en tierra, le dispararon sobre el pecho con una escopeta de postas. Después de la emboscada, el asesino (o los asesinos) arrastró el cuerpo al lado derecho de la carretera y lo arrojó por una ladera. Sobre la cuneta quedaron un par de anteojos que debieron ser testigos de los sinceros detalles de la muerte, como en Extraños en un tren. Una pareja pasó por el lugar cuando en la escena el crimen aún no estaba concluido, y vio el coche y a una persona con un casco de espeleólogo, cuenta hoy el Periódico de Aragón, que los invitó a seguir adelante sin parar. Habían reconocido el coche del alcalde, pero siguieron porque, como los personajes de las películas que van a morir, uno no se detiene ante las extrañezas, no acierta a interpretar esos pliegues raros de la realidad, que son como una frase que no corresponde en el guión. Luego, el asesino escondió el automóvil en un encinar de Berdún, bajo una carrasca y envuelto en altos matorrales de boj. Unos días después, encontraron el cadáver y más tarde el vehículo. Sobre el asiento delantero del Mercedes, dos barras de pan que Miguel Grima había comprado de vuelta a casa, y su teléfono móvil.

Las crónicas, el despecho con el que los vecinos hablan de Grima, las referencias a su modo despótico de regir el pueblo, la negativa a hacer un padrón y a la llegada de forasteros, o los cobros abusivos (400 euros por instalar una terraza en el Bar Marieta: "Fago no es New York", decía un cartelón colgado por los dueños del establecimiento como queja pública); algunos anónimos, el relato del propio muerto (ahora desvelado por un amigo de partido) de que los frenos de su coche fueron manipulados hace un par de años... Todo eso alimenta las hipótesis de una venganza comunitaria que parece increíble. Un brutal Fuenteovejuna que nadie concibe. La Guardia Civil ha requisado todas las armas de los cazadores de la zona para investigarlas, y está tomando declaración a cada uno de los 29 vecinos de Fago. En uno de esos lugares donde nunca ocurre nada... Cámaras, micrófonos, detectives, policías, noticiarios y chismes. En Fago, el rumor de una muerte violenta quiebra el silencio de este invierno que no llega o que tal vez ya haya pasado, sin que nadie advirtiese lo que estaba viendo en realidad. Como un asesino en la noche. Como una frase que no corresponde.

5 comentarios

Mario -

Muy probable, sí.

Gonzalo -

Mario dixit: ¿Cuál era la conclusión del narrador de la Ser, si es que la había?
Yo te la digo: la culpa es de Aznar

Mario -

No conocía ese detalle. En realidad este caso y la trama de la película no se parecen en nada, pero de algún modo uno remite a la otra: violencia sorda en lugares donde parece que nunca pasa nada. Fargo es divertidamente macabra, registro que los Cohen manejan a la perfección. ¿Cuál era la conclusión del narrador de la Ser, si es que la había?

Chis -

Un día de esta semana escuché la crónica que hacía el tipo de la Ser. Contaba que entró a casa del guarda forestal de la zona, enemigo público de Grima y enfrentados hasta en los tribunales. Le pilló desayunando y encima de la mesa, junto al café y los bollos, tenía la película Fargo...

Jorge -

Según la información que nos llega de la historia de Fago, menuda 'Grima' debía dar el difunto... Juas, juas! Muy fácil, pero no podía evitar soltarlo. Y me resbala bastante el respeto a los muertos cuando han sido unos cabrones y déspotas redomados que 'Fago'citan la sangre a sus subordinados (tampoco pude contenerme, jeje). Un poco de humor, aunque sea negro no viene mal, ¿no?