"¡No es el Zaragoza, es el Iberia!"
El Zaragoza Fútbol Club nació el 18 de marzo de 1932 e hizo su presentación oficial dos días después en Torrero. Así que hoy se cumplen 75 años de su primer partido, de esa goleada al Valladolid (4-0) que firmaron Rolloso (2), Zorrozúa y Anduíza. ‘Chominchu‘, cronista del desaparecido ‘Diario de Avisos', encabezaba de esta forma su crónica del encuentro: "Con un triunfo tan destacado como merecido, inició el novel Zaragoza F.C. sus lides deportivas. No puede ser más brillante el comienzo de su vida. Los bravos muchachos zaragocistas jugaron con entusiasmo y acierto, consiguiendo batir por cuatro veces a ese formidable cancerbero que se llama Irigoyen, al mismo tiempo que acababan el encuentro con el cero en el marcador... No nos queda más remedio que felicitar al recién nacido Zaragoza Fútbol Club por su brillante incorporación a la vida deportiva, animándole a continuar con el entusiasmo y acierto de su primera jornada".
Pero hay que explicar, porque tiene su propia historia, por qué fue el Valladolid el primer rival del Zaragoza Fútbol Club. Y una vez más hay que remontarse al Iberia, el club que cambió de nombre y de colores para dar origen al Zaragoza F.C. El Iberia había fichado del Valladolid para la temporada 1931-32 a los hermanos Juan y Domingo Chacartegui y a Diodoro Anduíza y durante las negociaciones con el club castellano se pactaron dos amistosos, uno en el viejo campo de la Plaza de Toros de Valladolid y el segundo en Torrero. El primero se disputó el 13 de marzo de 1932 y fue el último encuentro de la historia Iberia, que se despidió con derrota (3-1) y con esta alineación: Blesa; Chacartegui II, Chacartegui I; Epelde II, Orcolaga, Latre; Rolloso, Zorrozúa, Anduíza, Tomasín y Almandoz. De los titulares, el portero Julián Osés no pudo viajar por el fallecimiento de su madre, mientras que Pascual Salas estaba lesionado. Tomasín es el futuro ‘alifante' Tomás Arnanz, que en el Iberia siempre jugó con su diminutivo.
Cambio de colores
Antes de jugar en Valladolid, el Iberia ya sabía que se iba a disolver cinco días después, así que el partido de vuelta contra los pucelanos vino al pelo para presentar en sociedad al nuevo Zaragoza. En una semana, los jugadores del Iberia pasaron de jugar de gualdinegro a hacerlo de blanco y azul celeste. La tarde en Zaragoza fue ventosa y desapacible, pero Torrero presentó una gran entrada y ovacionó largamente a los nuevos zaragocistas. 1-0 al descanso (en el intermedio se arriaron del palco las banderas del Iberia y el Zaragoza ‘tomate' y se izó la del nuevo club), y festival en la segunda parte con el cierzo a favor. La presentación fue inmejorable, con Tomás y José Mari Zorrozúa, el gran capitán, como jugadores más destacados.
Pedro Luis Ferrer
Diario AS
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