El escurridizo Jimmy Johnstone
He hablado de Jimmy Johnstone, el futbolista más grande que ha tenido el Celtic de Glasgow. Falleció en 2006, víctima de una enfermedad neuronal que afectaba a su capacidad motriz. Jinky Johnstone (el escurridizo Johnstone, podríamos traducir: jinky era su apodo, jink es algo que se mueve con velocidad y cambiando constantemente de lugar y dirección), era un prodigio de velocidad con la pelota -maravillosas conducciones en vertical, el cuerpo avanzado, el centro de gravedad bajísimo, y el balón llevado como con un obediente cordel de goma elástica-; Johnstone tenía la velocidad y su compañera inevitable y necesaria, la pausa, el fútbol que a veces era un meandro y luego un torrente; el cambio de ritmo; una eléctrica variación de las direcciones; aún más, tenía la imaginación de la sorpresa, la llegada, el cabezazo y el disparo. Su figura emergía como una rareza en medio del musculoso paisaje británico. Se comportaba como lo haría un librepensador atrevido y naturalmente ingenioso. Era quizás un George Best con el cabello del color de la paja. Me emocionó el homenaje de Celtic Park, el día que estuve allá y el Celtic jugaba con el Rangers. Luego he pensado que la muerte constituye una enorme paradoja, y a veces subraya desacuerdos tan evidentes con la vida como éste: que a alguien así, que se movía por el campo con la agilidad de un mosquito, lo aguardase -oculta en lo más recóndito del cerebro- una enfermedad que lo acosaría hacia una inmovilidad creciente. En YouTube he encontrado este homenaje a Jimmy Johnstone, que reúne alguna de las cosas que más me gustan de Glasgow: la música, la nostalgia irlandesa, el fútbol, el sentimiento.
Johnstone interpreta Dirty Old Town, clásico irlandés, acompañado por un señor de frente despejada y diminutos ojos: es Jim Kerr, el que fuera (puede que aún lo siga siendo) cantante de los Simple Minds. La letra cambia en la segunda estrofa, la de Kerr: "I heard a whistle / coming from the dark / I saw Jimmy Johnstone / setting the night on fire..." ("Escuché un silbido que venía de la oscuridad / y vi a Jimmy Johnstone incendiando la noche..."). El fútbol no se suele oír, pero la maraña informe del partido contiene estos sonidos: un silbido que señala un desmarque y pide la pelota, el pase y un futbolista de rulos desordenados que escapa como una luz e incendia la noche. Quizás Jinky Johnstone...
También he hablado antes de Aidan McGeady, el ala izquierdo del Celtic. Parece que no he sido el único que le ha encontrado un relativo parecido con Johnstone; desde luego, parecido muy generoso con McGeady, que no puede ni descalzar al siete de los Leones de Lisboa: así se conoce al equipo que dirigía Jock Stein y que ganó la Copa de Europa en 1967 al Inter de Milán (2-1) en la ciudad portuguesa: el primer campeón británico y el primero no latino. En este brioso montaje podemos ver a los dos: Jimmy Jinky Johnstone y Aidan McGeady.
La foto me gusta por vieja y por simple. Johnstone elevado por un compañero, brazo recto y puño apretado arriba, su celebración preferida.
4 comentarios
Jeremy North -
Ah, el artículo es fantástico. A Johnstone no le he visto jugar desgraciadamente, mis primeros recuerdos de jugadores escoceses son los del Leeds United de los 70´, Joe Jordan y Billy Bremner, que eran dos bestias pardas.
Marlo -
Mario -
Jeremy North -