Eternamente dormido
Marilyn está viva y lee este blog. O tal vez sólo lee el blog y porque lee el blog, porque me lo ha confesado esta noche, yo he querido deducir que también estaba viva. No es necesario estar vivo para anotar esta dirección en la barra de búsqueda; ni siquiera es necesario estar. Todos vamos pasando y vamos muriendo y aparecen nombres en los comentarios (pocos ahora, todos morimos algo más en verano...) o aparecen anónimos que pueden ser personas que pasaron o tal vez murieron o no, vuelven y dejan unas palabras incomprensibles para contestar a este diálogo sin voces, a esta virtualidad de apariencias diversas. Pasar y morir puede ser lo mismo. Veo mi propio funeral representado sobre el escenario en sombra, desde la primera fila de la platea, con un foco encarnado atrás, abajo, que proyecta luz en un cono ascendente. Los ingleses descubrieron hace mucho que pasar y morir era lo mismo: por eso dicen pass away, que significa eso mismo. Pasar, morir.
Marilyn está viva y la última noche me ha dejado una nota en la mesilla. Decía, escuetamente: "Leo tu blog. Espero que encuentres a tu gatito". Firmado, Marilyn. Después de recibirla he salido a la calle a caminar y el paseo Independencia era así, como en la foto, todavía hace 30 años, sin reforma, aún con ese aire desleído de las viejas imágenes y unas nubes rosáceas que lo cruzaban de lado a lado sin observar los semáforos. Por los porches se ocultaba alguien que quería ser conocido pero no lo lograba, el rostro tenía esa negación de los nombres que a menudo ocurre en los sueños. "Eras tú pero sin tu cara, tú pero sin ser tú". Era yo, pero sin ser yo. Estabas en huida entre los soportales, queriendo verme sin ser vista, y yo quería atraparte sin querer perseguirte. Yo deseaba huir pero tú lo hacías por mí. Sin ser tú.
Por la mañana, la nota de Marilyn no estaba ya sobre la mesilla. Quedaba una novela de Murakami que está punto de morir como sus personajes, desdoblados en sucesivos pliegues de la realidad mientras hablan con los gatos. Y un par de llaves para abrir lugares inciertos. Marilyn está con Elvis. Bob también lo sabe. Yo no tengo ningún gatito.
Lo confieso: algunas mañanas son peores que otras.
5 comentarios
juanillo -
No te puedo llevar conmigo. Mucha gente en la maleta, jejeje
pero si quieres algo de los juegos ( eso si paralimpicos) dilo ahora.....
Marìa -
Lep -
Y sí, algunas mañanas son majas-majas, y el paseo de rigor por Independencia cuando no ha salido mucho el sol ayuda bastante a aclarar el pass-away y el bypass.
Saludicos.
Gonzalo -
Sir Paul McCartney.
P.D.: Escribo desde un teclado sin acentos. Cosas de los EE. UU.
javier p. -
un abrazo desde Lima