Dígaselo con flores
"Me van a venir a mí con flores, que no me cabe por el culo ni el pelo de una gamba".
(Luis, nada más pisar suelo alemán, cuando un miembro de la organización del Mundial trató de agasajarlo con un bouquet con los colores de España).
Cada vez estoy más convencido de que Luis Aragonés es lo más similar que podemos tener a un Bilardo. Sin su perversidad enfermiza, desde luego; a la española. Puede que sin esa maldita conciencia del personaje propio, que Bilardo alimenta de forma ventajista. Pero aun así el comportamiento de Luis Aragonés diverge cada vez más de lo real para aproximarse a la caricatura. Luis transita entre accesos relativos de locura, un costumbrismo carpetovetónico, su sinceridad castiza, una rara forma de sapiencia popular aplicada al aséptico mundo del fútbol de hoy y, desde luego, esa notoria heterodoxia argumental hecha de espacios vacíos. Es un tipo que se ha salido del tiempo, puede que a propósito, así que alternativamente nos dan ganas de avergonzarnos de él o de ir corriendo a darle un abrazo. Esta sección (El Mundial y tal...) viene a ser un homenaje a su verbo disperso. Mientras, hoy juega España. Aragonés se juega su angosto culo.
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Mario -
umaestef -
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