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Huérfanos de Dios

Huérfanos de Dios

He sucumbido a la tentación de preguntarme en tono pesimista qué son los argentinos sin Maradona, qué significa haber tenido en tres mundiales y medio a god on their side, dios de su lado y tal, y luego perderlo. Qué tipo de orfandad o de obligación deja eso, y en qué convierte a excelentes equipos como el de este año o el de hace cuatro. Sin Maradona, Argentina no va lejos. ¿Es irrebatible ese silogismo? En el 94 entró en depresión tras el positivo del 10 y se largó a casa en cuartos en un partido de locos frente a Rumanía, en cuyo frenopático Hagi era el rey; Holanda la echó en cuartos en el 98 con aquel pase de lado a lado del campo que De Boer le dio a Bergkamp, una bomba que vista hoy aún produce vértigo cósmico. En Corea-Japón salieron del torneo en primera ronda con Aimar de bailarina atormentada. Y ahora, en cuartos contra Alemania, que tiene la feliz costumbre de no perder nunca a los penaltis en un Mundial: le ganó así a Francia en el 82, a México en el 86, Inglaterra en el 90 y ahora a Argentina. Yo siempre pensé que ese tópico de la lotería de los penaltis era un embole de primera: en los penaltis no hay lotería, hay una serie de capacidades reunidas en un instante de decisión suprema. O sea, que hay que saber tirarlos. La serie germana del otro día fue para enmarcarla. De hecho, sus méritos en el partido se redujeron a eso. Eso, y el papelito de Lehmann. Eso y los cambios de Pekerman.

Foto: Diego Maradona, en éxtasis permanente durante el partido frente a Serbia. Su vida entera parece hecha de parábolas o alegorías. Pasen y vean: acabo de leer que no entró al estadio para ver el choque contra Alemania porque no le permitieron el paso a un amigote suyo. Profético episodio...

5 comentarios

Mario -

Los equipos de Bilardo quizá hayan sido los más argentinos de entre todos los argentinos. Son evidentes sus defectos o también nuestras preferencias hacia otro tipo de jugadores, pero dejaré dicho esto: la explicación de que los equipos del 86 y el 90 eran diez tuercebotas redimidos por Diego me parece excesivamente parcial. Digamos, un topico establecido sobre una relativa verdad. Pero es cierto, Jeremy, que sólo Maradona se atrevió a ser Maradona. Pero ojo... hay que atreverse.

Jeremy North -

Argentina siempre ha tenido en su selección una pareja de centrales rocosos y jugadores en el mediocentro casi insuperables. El problema en estos mundiales, incluido el del 94 tras el doping maradoniano, es que los jugadores que ponen la imaginación (Riquelme, Aimar, etc) no han querido o no se han atrevido a tomar el relevo en el mando a Diego Armando.

Gonzalo -

Fútbol: dícese del juego en que se enfrentan dos equipos de once jugadores para que siempre acabe ganando Alemania.
(Esta frase debería haberla pronunciado Bill Shankly, pero pronunció algunas otras: http://www.liverpoolfc.tv/lfc_story/quotes.htm)

Mario -

Siempre he pensado que la del 94 era casi insuperable, la mejor versión, con ese Maradona redivivo que acompasaba el juego de todos al ritmo de su cuerpo, la pierna fuerte de los centrales y el medio campo, y el vuelo mortal de los tipos de arriba. Jugaban con Islas; Sensini, Cáceres, Ruggeri, Chamot; Redondo, Simeone; Balbo, Maradona, Caniggia; Batistuta. Todos sabemos lo que ocurrió.

Jeremy North -

Maradona es tan grande que su sombra no permite destacar a cualquier selección argentina posterior. Han tenido y tienen jugadores fantásticos, en estos cuatro mundiales se ha visto a Redondo, Riquelme, Aimar, etc. y todos ellos han pasado sin pena ni gloria, superados por el enorme peso del dios argentino.

Recordad la selección argentina del mundial-90 de Italia: era un montón de cacharreros (Ruggeri, Sensini, Serrizuela, etc.) pero con Diego Armando y a pesar de hacer un fútbol rácano llegaron a la final.

¿Volverá a ser grande Argentina sin Diego Armando?, espero que sí, pero no sé cuándo.