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Teoría alternativa

Teoría alternativa

Y yo me pregunto: ¿Para qué va a querer meterse en el costoso lío de la ACB un club que, estando en la LEB, se sostiene con una aportación mínima de sus dueños, mucho dinero del contribuyente, la cobertura inmoral de sus errores con el poder mediático y 11.000 chinos (que decía Comas) en la grada? Si el CAI verdaderamente quiere ascender, lo disimula muy bien. No hay modo más sibilino de perder un partido definitivo que poner poca intensidad en la defensa y el rebote, que son cuestiones capitales del juego; fallar un tiro libre detrás de otro y largarse triples y disparos pesimamente seleccionados: 22 de 48 de dos puntos; 6 de 25 de tres; 28 de 73 en tiros de campo; 17 de 29 en libres. Y 37 rebotes contra los 40 del León, un equipo notablemente inferior en el apartado físico. A mí el partido me pareció una broma. Los chicos del CAI fallaban hasta debajo de la canasta. Starosta, el único que los ha sostenido en el play-off, tiró ayer cuatro veces. No se la des, no sea que la meta.

Lo siento por los jugadores y el entrenador, sometidos a un papelón, aunque no me gusta mucho este CAI multinacional en el que el primer español (Corbacho) sale tres minutos al final; y que con los años se ha llevado por delante a quien lo inspiró y trabajó para reunir todas las voluntades mientras se agotaba su carrera profesional (Pepe Arcega) o al mejor valor de la cantera aragonesa en los últimos tiempos (Rodrigo Sanmiguel). Lo siento por la gente que va y llena el pabellón. Lo siento sobre todo por Joaquín Ruiz, segundo entrenador, amigo personal, a quien aprendí a admirar y querer de niños, mientras jugábamos juntos al basket en la cancha embaldosada del viejo colegio de los Maristas y en las pistas de Helios en verano. Sobre todo por él, pero sé que lo va a aceptar porque he conocido pocas personas con un sentido tan férreo de la ética del deporte. No lo siento en absoluto por el club, al que tengo por una desordenada reunión de arribistas siempre próximos al poder, a los que les gusta poner y quitar periodistas de los medios (lo han hecho e intentan seguir haciéndolo), manejar las conciencias si las hubiere y negar la evidencia de su ineptitud y su desahogo. José Luis Rubio también era duro con la Prensa crítica. Cada artículo era una llamada. Te la liaba por el teléfono o te invitaba a desayunar: cuando llegabas, tenía las fases duras del artículo subrayadas con rotulador fosforescente y te pedía argumentaciones. Con todo, esta pandilla no le llegan a la suela del zapato: el otro día me crucé con José Luis y sigue como un pincel. Éstos hacen el trabajo sucio sin invitarte a desayunar. Si acaso, invitan al de arriba, al de los despachos... el que tiene que decidir que tú escribas del CAI o no escribas. Si tu jefe es un desgraciado o bien un hijo de puta, date por muerto. Vas a la sección de Comarcas directo, a coger resultados de fútbol regional o, si hay connivencia suficiente con la Policía Local, a dirigir el tráfico en la Plaza España.

Dejo la crónica de Sergio Pérez en el Periódico, por amistad y devoción. Ahora los disparos se los lleva Chápuli como antes se los llevó Arcega. No de Sergio, de todos. Yo siempre he visto el problema más allá, pero en fin... con su pan se lo coman. A mí me gusta el baloncesto desde que nací. Este CAI no me gusta ni ver. Con la cantidad de entrenadores y jugadores que han traído y llevado, lo peor que se les puede decir no es que son una banda de fracasados. Es que son unos inútiles. Yo era del viejo CAI; me cuesta demasiado querer a este engendro de intereses embusteros.

7 comentarios

JOSÉ MARÍA ARIÑO -

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Lo del CAI ha sido un nuevo fracaso, un nuevo desastre deportivo. ¿Cuándo aprenderán? Ya lo comenté el día 27 en mi blog. Un saludo.

Sergio -

Qué fin de semana, queridos amigos. Dan ganas de hacerse anarquista, echarse al monte, comprarse la careta de Groucho Marx, no sé. Para seguir el hilo de Per, diré que por las primas que se están manejando en sordina (50 mil euros a cada jugador del Z por ganarle al Madrid) soy capaz de anular a Van Nilsterooy, a Higuaín y aun al mismo Capello. ¡50 mil euros! Más vale que corran por lo menos.

Mornat -

Por aquí han pasado cerca de cien jugadores en cinco años. Cualquiera sabe (como dice Sergio acerca del León) que la primera base para hacer un equipo es dotarlo de identidad y pulir los detalles año a año; no demolerlo cada verano para volver a empezar. Hacer eso es llamar al fracaso. Y yo no me creo que gente dedicada exclusiva y profesionalmente a hacer equipos de baloncesto no sea capaz de cumplir esa premisa. Me resulta más fácil pensar que lo hacen a posta que pensar que son tontos. Digamos que hasta me parece una consideración más generosa con ellos...

Per -

Excelente crónica de Sergio Pérez. ¿Le habrán llamado? Y...¿algún periodista, medio o jefe indio se cree que sube o baja a los equipos? Hablo de ese concepto imposible que llaman "presión". Como dijo alguien, presión es bajar todos los días a la mina...o ser mediomileurista (es que lo normal es cobrar 500 €, no 1.000, cuántos quisieran). Por cierto, este CAI es un engendro.

Jeremy North -

Es que a lo que juega el CAI de ahora tiene poco que ver con el baloncesto. Si fuese un aficionado habitual del CAI y no uno ocasional, estaría hasta las gónadas de una tomadura de pelo tan larga como la que les están haciendo, pero... allí siguen, llenando el Príncipe Felipe...

Mornat -

Que es muy jodido pasar de los treinta, LoJ. Le ves el truco a todo...

lorena -

ojalá fuesen unos inútiles.

Son unos HIJOS DE PUTA que se han cargado media infancia de todos los que estrenamos el Príncipe Felipe. Y nos llevaban nuestros padres y nuestros tíos y nuestros primos a ver baloncesto puro. Y volvíamos a casa contándole a nuestra madre las canastas, los pitidos, las cheerleaders...

Teníamos 10 años y nadie nos tomaba el pelo. Ahora tenemos 30 y se están descojonando de nosotros... o cómo es la cosa???