La bufanda
Muchachos... llegada esta hora, no queda mucho por hacer. Sólo imaginar o recordar, que a veces viene a ser lo mismo. Después, ir al campo y, qué sé yo, mirar lo que pase y concluir que estamos por encima de lo que ocurra. Siempre por encima. Yo no soy nada supersticioso, pero en en el maletero de mi coche llevo siempre un amuleto: una bufanda del Wisla-Zaragoza comprada en Cracovia, claro, en aquel día infausto. Dado el desastre, y con una lógica nada severa, pienso que un objeto de memoria tan nefasta va a protegerme frente a cualquier circunstancia: entre la bufandita y las dos cintas blanca/azul de la columna de la Virgen, mantengo mi carnet de puntos intacto y todo lo que he abollado el coche ha sido el rasponcito clásico en la columna del aparcamiento... Mi otro amuleto zaragocista, ya lo advierto, va a salir mañana del cajón e ir al estadio. Una bufanda comprada en la final de Copa del 94 contra el Celta, que desde entonces viene conmigo a la tribuna de prensa, o donde sea, en todos los partidos importantes. La guardo sin lavar desde que le derramé todo el vino que no me cayó gaznate abajo en el largo día de la Recopa en París. Hasta ahora siempre ha venido en días de finales y semifinales. De aquí a lo que queda de esta Liga, la voy a sacar a pasear. Hasta el 12 de abril de 2006 en el Bernabéu, esa bufanda estaba rotundamente imbatida. Una final siempre se puede perder, no lo vamos a negar. Yo sigo creyendo en ella.
Todo lo que se me ha ocurrido es este vídeo, rescatado en YouTube, del 6-1 al Real Madrid (gracias a los chicos de aupazaragoza.com, creo que les corresponde la autoría). La noche más grande de Diego Milito, que mañana nos va a faltar. Ya sé que no está bien, lo sé todo; lo veo cada día, todas las mañanas, lo veré dentro de un ratito: pero yo en Diego creo como se cree en Dios, a pesar de las guerras, los incendios, el hambre y la destrucción. Por encima de un atisbo de agnosticismo. Porque lo echaré de menos mañana y porque ya lo estoy extrañando en el futuro. Gran jugador, magnífica persona, excelente goleador. Un zaragocista comprometido. Por cierto: en ese vídeo el hombre somniloquio tiene la relativa gloria de aparecer celebrando (puño apretado, puño en lo alto, festejo grande... diría Víctor Hugo) el sexto gol, el de Ewerthon: sobre el minuto 2:43, toma desde la espalda de la tribuna, en el centro preciso de la imagen y en pleno éxtasis. Qué felices éramos cuando éramos felices.
No sé. Esto es todo lo que nos queda. Lennon versionado y la esperanza. Papá, esta noche hay partido...
4 comentarios
Mornat -
Qué gran casualidad que el vídeo sea tuyo. Somniloquios es un pañuelo.
Princifotos -
Y mientras tú rezas a tu (Nuestro) Dios Milito, permíteme a mi ir encendiendo una vela por San Pablo Aimar, un jugador con muchas menos noches de gloria zaragocista que su paisano, pero por el que tengo una debilidad subjetiva, fanática y enfermiza que me hace encomendarme a él para llegar a la tan deseada permanencia.
Ójala oigan nuestras plegarias Diego, Pablo o el portero de la puerta número cuatro. Pero por favor, que nadie nos impida contemplar al año que viene un centro del campo con Pablo Aimar y Matuzalem en primera división.
Un saludo.
P.D.: Es un honor para mí que hayas puesto el video que hice para la web de www.aupazaragoza.com en homenaje a uno de los partidos más emotivos que he vivido en La Romareda.
Y gracias por resolverme la duda de saber quién era ese personaje que gritaba y saltaba en el minuto 2:43 de dicho vídeo.
jcuartero -
Por otro lado temporadas como la que estamos sufriendo son las que nos forman como aficionados a un club que es como la vida real. No siempre salen las cosas como uno se las imagina, pero cuando salen el placer es incomparable. Qué felices seremos cuando volvamos a ser felices, ya sea esta noche, dentro de un mes o a la temporada que viene.
davicius -
¡Y qué bueno es Diego Milito!