Papá, ¿me pones a James?
He hablado antes de James, de las mañanas del verano del 97 en Maida Vale, Londres, de la prisión de nostalgias en la que se convirtió la ciudad en mi regreso y de cómo la música de Laid, que Andy sacó de alguna tienda de oferta esos días, abrió un profundo corte en todos los pesares. Durante los meses siguientes, Sometimes y Laid se convirtieron en una suerte de himnos de supervivencia; había que recoger los pedazos y volver a empezar, así que casi todas las mañanas (y muchas noches) esos dos temas rellenaban los huecos. La historia no da mucho de sí, se trata de una experiencia musical íntima de la que no se puede dar noticia sin incurrir en la exageración. Pero, de forma inevitable, siempre que hable de James hablaré de lo mismo, de esos días y de cómo la música cicatrizó tantas heridas. Esta noche veré a James por primera vez en directo. Se fueron con una gira memorable en 2002 y Tim Booth anunció que iniciaba su carrera en solitario: publicó Bone, un disco sin demasiada gracia, tal vez porque a ninguno nos acababa de hacer gracia tener que aceptar la despedida. Afortunadamente han vuelto. Ahora que regresan tantos grupos innecesarios, la vuelta de James, grupo de culto colectivo del que nunca se supo gran cosa en España, parece radicalmente perentoria. Además, han vuelto con un disco estupendo, Hey Ma; pero estupendo de verdad. James de principio a fin: repleto de la vivacidad de las guitarras, de las letras reflexivas y la dialéctica interior, las historias de perdedores iluminados, el misticismo costumbrista, la trompeta de Andy Diagram y, desde luego, la voz de Tim Booth. Todo sobre ese subrayado vitalista que siempre fue para mí la nota característica, la más distintiva de James. Uno de los grupos más singulares de aquella supernova que significó el Madchester de mediados de los ochenta.
Podría dejar un video de alguna de sus recientes actuaciones en una gira que ha llegado a España esta semana, pero me ha gustado este que he encontrado en YouTube: Whiteboy, una de sus varias grandes canciones de Hey Ma, suena en segundo plano, y el baile de los dos niños que le piden a su padre que les ponga a James define muy bien cómo la música de estos muchachos opera en mi ánimo. Aviso que pienso comportarme como ellos.
5 comentarios
Ron -
Jeremy North -
A los Planetas no los soporto. Tengo varios conocidos de mi familia, todos ellos mucho más jóvenes que yo, que son fans de los de Granada, pero por mucho que lo intente, que tampoco lo he hecho, no les veo nada interesante. Típico grupo de sonido rock británico pero con una voz que no se oye nada, absolutamente impresentable y desconozco el motivo de su éxito entre los "gafapastas".
Quizás es que soy demasiado viejo para reconocer el valor de grupos así.
Jesus and Mary Chain si que han sido grandes, o lo son, que no sé si siguen como grupo.
TONY -
ah, de los planetas, la única canción que me gusta es un buen dia. el resto, sobre todo los últimos discos, me parecen auténticas flipadas del cantante.
tengo que reconocer que la voz del cantantes(ese especimen llamado j), tiene su aquel,que la música está medio currada, pero despues de compartir tres años en la universidad con amigos gafapastas, acabe de los granadinos un poco cansadito.
Mornat -
Abrazos
TONY -