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Somniloquios

Palabras al viento

El evasivo Fede Comín

El evasivo Fede Comín

Todo lo que tengo del hombre llamado Fede Comín es esta fotografía desmayada, algunas anotaciones parciales en google y una canción oída al pasar, en la radio, un mediodía cualquiera: Mira cómo tiemblo se llama. Reuniré en unas líneas lo poco que he podido saber después de oírla. Fede Comín es un cantautor, previsiblemente argentino, no sé si de Córdoba o de Buenos Aires o de ninguno de esos dos lugares; trasladó su residencia a Granada hace algunos años y desgrana sus canciones en festivales de cantautor. Hombre de guitarra y voz, de trasteo sencillo y escritura que quiere parecerse al unicornio de Silvio Rodríguez, entre la magia y el suelo. Es la última pepita de oro, como diría Ramón Trecet en su Diálogos 3, la última busqueda infructuosa en la que me he empeñado: certifico, por delegación en dependientes/as, que su nombre aparece en los ordenadores de las tiendas de discos, pero esa presencia es virtual o gaseosa como una canción: creo que editó un solo disco por ahora y en los estantes nunca está. Así que me manejo con el recuerdo de esta trémula Mira cómo tiemblo, cuya letra sí pude materializar y copio aquí, para ver si me la saco de adentro o me la clavo mejor. Así a palo seco no le hace justicia a la melodía ni a la interpretación, en cuyos brazos el tema gana belleza y sugerencia. Seguiremos buscando. Si alguien sabe algo o tiene un cedé, que chifle.

 

Mira Cómo Tiemblo

Yo que subí el Himalaya en dos horas montado de un gran caracol
y lo bajé al trotecito silbando bajito así como si nada
yo que he toreado en las Ventas cuatro dinosaurios al rayo del sol
y por la noche nos fuimos borrachos perdidos los cinco de fiesta
yo que bajé al infierno en bicicleta
yo que bailé con el diablo un rock and roll.

Yo que fui reina de Egipto y en leche de cabra solía bañarme,
Yo que he emigrado a la luna y bailado desnuda en medio de Plutón.
Yo que he sido Dulcinea y los trovadores solían cantarme,
Que te ofrecí la manzana y en una semana te di el corazón.
Yo, que bordé una bandera en Granada,
Yo, que besé a Peter Pan, en el balcón...

Mira cómo tiemblo dentro de tu abrazo
y húmedo de vos a la intemperie
me derribo y pierdo todo lo ganado
tan pequeño voy de mi canción... a tu beso.

Yo que de un salto al vacío llegué sin rasparme al centro de la tierra,
y en la mitad del camino crucé a Julio Verne cansado de andar.
Yo que en la cancha de Boca enseñé a Maradona a jugar con la izquierda,
yo que de ojitos cerrados vencí a Bonavena en el Luna Park.
Yo que inventé la palabra fortaleza,
yo que escapé nadando de Alcatraz.

Yo que no soy sexo débil y juro por Dios que tampoco costilla,
Yo la octava maravilla y la madre tierra que te vio nacer.
Yo que viví en el Parnaso y llegado el ocaso crucé a la otra orilla.
Yo que he inventado la suerte y como Gloria Fuertes no quise crecer.
Yo, que volé y fui luna en tu ventana.
Yo que reiné favorita en el harén.

Mira cómo tiemblo dentro de tu abrazo
y húmedo de vos a la intemperie
me derribo y pierdo todo lo ganado
tan pequeño voy de mi canción... a tu beso.

Yo que me voy por las noches a cantar baladas en los cementerios
siempre hay algún que otro muerto que me hace un corito y se pone a bailar
yo que pescando en el río atrapé una ballena con un Pinocho dentro
yo que sin polvo de estrellas volé a los confines de Nunca Jamás.
Yo, que dicté a Moisés los mandamientos
Yo que burlé las leyes del azar.

Mira como tiemblo dentro de tu abrazo
y húmedo de vos a la intemperie
me derribo y pierdo todo lo ganado
tan pequeño voy de mi canción... a tu beso.

Wild wild West

Wild wild West

 "Memphis necesita una gran figura que pueda asumir la responsabilidad bajo presión y motivar al resto de los jugadores. Tenemos a un jugador joven muy bueno en Pau Gasol, pero no es una superestrella en este momento. Es un jugador All Star, pero hay una gran diferencia. Gasol es un jugador al que le puedes pasar el balón y va a encestar, pero cuando los demás empiecen a exigirle, tendrá que echar mano de la experiencia y va a tener que aprender a hacerlo".
Jerry West, hace unos días, sobre Pau Gasol.

 

Quise comentar esto en su momento y lo hago hoy que Gasol ha vuelto a España y le hemos visto hablar de su mejor temporada en Estados Unidos. Eso es cierto. Pero también cualquiera que siga la NBA sabe que West dice la verdad cuando establece esa división entre el nivel de Gasol y los niveles superiores. En la NBA hay unos cuantos escalones y en mi opinión Gasol, un jugador muy bueno (muy bueno como otros 20 igual de buenos en la NBA), está al menos escalón y medio, o dos escalones, por detrás de lo que West llama superestrellas: o sea, los que en los playoffs establecen con su baloncesto, con los tiros decisivos, con las jugadas que resuelven, la jerarquía de una liga de hombres extraordinarios. También hay que decir otra cosa: que sin Gasol, los Memphis Grizzlies serían la mitad o menos de lo que son con él. Se me ocurren dos soluciones más fáciles que un sidral: West ficha a una de esas superestrellas o Gasol se va a un equipo con una de ellas. Entonces estará en la posición que le corresponde: digamos, como Ginobili o Tony Parker en San Antonio, excelentes pero bajo el paraguas de Tim Duncan, que juega en otro nivel de capacidad y eficacia. Los americanos no son tan mirados como nosotros a la hora de decir las cosas. Por eso nos molesta esta pequeña verdad, que no impone un demérito ni una falta de respeto. Lo que tiene que hacer West es, además de decirlo, fichar a ese jugador que le dará a Pau Gasol la importancia debida.

Ecos de victoria

Ecos de victoria

 

Dijo Frank Rijkaard:

"Dedico esta victoria al sentido común".

Dijo José Luis Rodríguez Zapatero:

"Ganar una Champions es como ganar unas elecciones".

Viendo las dos frase digo yo: ¿No debería Rijkaard dirigir un país y Zapatero algún equipo de fútbol, si acaso? El filial de la Cultural Leonesa o algo así...

 

[Foto: Traigo a Larsson como homenaje a los secundarios de lujo: por su extraordinaria y amplísima comprensión de lo que es el juego del fútbol. Lo teníamos por un goleador, lo cual no es sencillo pero sí insuficiente para definirlo. "¿Qué ha hecho todos estos años Larsson en el Celtic de Glasgow?". La reflexión la hizo Alfonso Reyes, fotógrafo de AS con nombre de poeta power forward, obsesivo (per)seguidor del fútbol y la belleza de una imagen en todas sus formas. Supongo que el mundo es un terrible escenario de desórdenes, Alfonso. Para mí, estrictamente, lo demuestran las frases de arriba.]

Otros cobardes (torpe ensayo breve sobre la culpa)

Otros cobardes (torpe ensayo breve sobre la culpa)

“Fue un error dar a entender que el dolor de los otros no era igual”.
Arnaldo Otegi, poniendo las bases de eso que se llama, con la ligereza propia del lenguaje actual, el proceso de paz (¿había guerra, entonces?).

Si yo tuviera a mis espaldas lo que este cobarde tiene a sus espaldas, y verdaderamente me acechara de modo repentino la conciencia de esa culpa, hace rato que me habría colgado del cuello frente al sol en en la barandilla de mi terraza. Pero claro, yo no soy Otegi. Yo sólo soy un mierda con un sentimiento de culpa que no sé bien de dónde viene, pero que se parece a veces un poco a ese tormento de los personajes de Woody Allen o Clint Eastwood. Yo hago durante los días y pienso durante las noches, con peores consecuencias. Trato de resolver una aproximación más o menos certera al hombre que querría ser, y parece obvio que no lo consigo o que lo consigo sólo parcialmente, una parcialidad débil que está a merced de tantas cosas... Se ve que últimamente me tocan cobardes de negra conciencia. Otegi cierra el puño con una convicción arrebatadora. El mismo puño que serviría para celebrar una conquista adolescente, para festejar un gol de Diego Milito (o de Urzaiz), para entonar una canción de paz, para recordar los derechos de los negros como hizo John Carlos en México 68... Es sólo un gesto. El hombre que viene debajo es lo que importa. ¿Qué significa en esta frase la palabra error? ¿Habla de error estratégico, de error de cálculo, de error moral? Porque si el juicio de Otegi a sí mismo y a sus correligionarios ingresa en el plano moral, bueno... Error, error. Esa palabra no alcanza. Está puesta ahí no al azar, que no hay azar aquí, pero sí con una ligereza y una intención que me hacen vomitar. Este asesino tiene convencido ahora a medio país de su piedad retrospectiva, ese medio país (o quizás es más, qué sé yo) que admite una tácita ley de punto final para anegar la fila de muertes de estas décadas e impedir la fila de muertes de las próximas. Puede que, en verdad, el fin justifique los medios. Yo no lo sé, no sé de política y creo que no quiero saber. Puede que todo esto que digo resulte demasiado ingenuo. Puede que esta fanfarrona hipocresía del puño cerrado y las palabras constituyan la única oportunidad. No importa si las palabras están vacías, o parece que no importa. Estoy dispuesto a aceptarlo. Hace tiempo que vivo convencido de que algunos hijos de puta nacieron con la suerte terrorífica de hacer su voluntad, incluso resuelta en sangre, y escapar vivos. Éste es otro ejemplo. Yo creo que ninguno de esos tipos, en ningún rincón del mundo, en ningún mundo, en ningún tiempo, debería escapar. El cine no lo permitiría. Tampoco la literatura. Shakespeare acabaría con todos. La realidad se permite cualquier tipo de excesos.

Richards por Richards: bostezo en technicolor

Richards por Richards: bostezo en technicolor

Atención a Keith Richards hablando de las drogas, con ese luminoso desorden de los adictos, en el suplemento Radar del diario argentino Página/12. Unas páginas que hay que frecuentar. Cualquier noche de éstas traeré por aquí un par de artículos gloriosos de Rodrigo Fresán. Hay uno sobre Johnny Cash ex-ce-len-te.

Ahí va Richards:

"Aprendí a vomitar con propiedad. Primero, hay que encontrar un receptáculo, si se puede, es la regla número uno. Se eyecta de un chorro, un bostezo en technicolor. Al mismo tiempo, uno tiene que cagar. Lo cual es difícil de hacer. Si pueden hacerlo, los pongo en el Cirque du Soleil".

Palabras al viento

Palabras al viento

“Todas las historias son iguales. Hay hombres y mujeres y también hay plantas. Hay hombres con mujeres, hombres con hombres y mujeres con mujeres. Y también hay mujeres con un hombre y con otra mujer. Y éstas son las que más me gustan".

(Robert Altman, director de cine, preguntado sobre la película ’Brokeback Mountain’)

 

 

 

Palabras al viento

Palabras al viento

"El prostíbulo, como a veces el fútbol, es un reducto de machismo".

(Iñaki López Insausti y David Baringo, autores de un estudio sobre la prostitución en Zaragoza, en una entrevista concedida a Heraldo de Aragón).

Comentario: Parece difícil decir más tonterías en una sola frase.

La noticia

La noticia

"El periodismo consiste en decir ’Lord Jones ha muerto’ a un público que ni siquiera sabe que Lord Jones existía".

(G. K. Chesterton, escritor inglés)