Diego, Príncipe de Europa
El velocista (ese otro yo que escribe las crónicas con rapidez y estilo, mientras la espada del cierre le cuelga sobre la cabeza) me abandonó hace tiempo. Está dormido o se largó, no lo sé, así que el recuento de este último partido del Zaragoza en Huelva y de muchos a lo largo del año me ha tenido por autor directo, sin mediaciones inconscientes. Se nota. Sin el velocista no es lo mismo. Espero que regrese a tiempo para la próxima temporada, cuando el equipo jugará en Europa y doblará el número de partidos tardíos y mi necesidad de hacerme aún más mecánicamente virtuoso en el borde del precipicio. Como sabéis, él lo logra con alegre facilidad; yo sufro como un perro y encima no lo consigo. El partido de Huelva cierra la temporada y lo hace con un éxito mayúsculo. Creo que la crónica quiere subrayar virtudes globales, más allá del mediocre partido de ayer, pero lo hace con torpeza; y no ocultar defectos, pero sí explicarlos. El Zaragoza ha alcanzado la orilla virtualmente exhausto, agarrado a la excelencia de un jugador como Diego Milito, que se vistió de héroe hasta el último día. Por fin, el argumento de fondo trata de establecer que el desarrollo de las cosas responde a la lógica; y que el final de esta Liga expone con claridad que el futuro exige redoblar la apuesta. Al menos se podrá hacer desde un magnífico punto de partida, la Copa de la UEFA. De todas formas, creo que es hora de que seamos generosos con el Zaragoza. Y el Zaragoza, consigo mismo.
Recreativo, 1-Real Zaragoza, 1
38ª Jornada de Liga
A pesar de lo cerca que estuvo el infarto, al final todas las piezas quedaron encajadas con lógica. El Zaragoza alcanzó el éxito irrebatible de la UEFA, y lo hizo con el sufrimiento propio en un equipo que ha llegado frito y diezmado al final. Esta temporada era excelente de todos modos, pero su defensa contra cualquier crítica o atisbo de frustración precisaba la culminación del camino. Cuanto más cerca está la gloria, peor se digiere un batacazo. Todo lo que ocurrió tiene explicación: la angustia de un equipo al que la Liga se le ha hecho larga, la merma de las ausencias, el estado físico de algunos, sobre todo de Diego Milito. Aun así, hasta el último día estableció el Príncipe su condición de Rey del año: héroe hasta el final, uno de los jugadores de la Liga. La pieza definitiva que encontró su sitio fue el respeto del desenlace a los méritos acumulados por el Zaragoza: con todas las deficiencias que se quieran, ha impuesto todo el año su virtud competitiva, para elevarse por encima de lo esperado. El regreso a la UEFA abre un nuevo periodo. El gol de Diego Milito es la llave de Europa y del futuro.
Del largo desenlace de la Liga hay que aprender. Es en los tramos finales donde se ganan y se pierden los grandes premios en un torneo de nueve meses. Lo demuestran el Villarreal y desde luego el Madrid. Tal aviso no se debe olvidar. La última noche fue de infarto. El Zaragoza no se manejó bien en casi ningún aspecto, y el Recreativo aplicó un muestrario completo de su repertorio, hasta que le llegó el cansancio o el despiste. Antes puso la excelencia física y técnica de Uche, la ratonería de Javi Guerrero, la armonización de los esfuerzos en el medio campo, la defensa adelantada... Quizás para el Zaragoza el problema no estuviera tanto en los principios fundamentales del juego del Recreativo, sino en su actitud. En esa levedad del que no se juega nada y se maneja por el campo ligero de equipajes psicológicos. Los andaluces jugaban ufanos, alegres, porque cualquier destino les era indiferente. Se pasaban la pelota como si dibujaran caracolas en la arena, con el entusiasmo con el que un pavo real enseña el abanico de su cola. Cuando uno se juega Europa frente a un rival así, que además mete un gol al empezar, la desesperación está asegurada.
Frustración
Exactamente ese camino iba a seguir el Zaragoza. Jugaba tres partidos y durante casi toda la noche perdió los tres. El propio lo empezó perdiendo casi al pisar el campo, en el minuto 2. Luego amplificó esa impresión fatalista que siempre comunica un gol tan veloz. Había mucho tiempo, pero había poco juego. Aimar, que recogía y llegaba... poco más. El factor de la prontitud permitió al Recre desplegar velas con Uche y Javi Guerrero. Siempre lo dijimos: las parejas improbables tienen el don de lo cómico o lo genial. El control de Uche sobre la banda izquierda en la jugada del 1-0 fue un regalo para la vista. Un regalo envenenado, pero de belleza innegable. La jugada tomó fuera de cacho a toda la zaga. Uche hizo la pausa y el recorte hacia fuera, puso un tiro raso que César sacó al área pequeña y Javi Guerrero encontró el gol en la puerta del agujero, ahí donde encuentran los ratones el queso.
El resto del partido fue un extenso pasaje de frustraciones. Para qué hacer inventario: al Zaragoza, un equipo preocupado siempre por el estilo, esta vez sólo le imporaba el resultado. Víctor buscó seda y cuchillo con Longás y Ewerthon, pero el Recre amenazaba con rotunda facilidad. El arranque de la segunda mitad abundó en las peores impresiones. Se pusieron a ganar el Villarreal y el Atlético. Durante más de un cuarto de hora el Zaragoza no salió de su lado y perdió a Piqué por un agarrón a Sinama, que había entrado por Uche. En esos cambios previstos, y en el aire de fiesta que tomó el estadio, respiraría el Zaragoza. El Recre se abrió por el lado izquierdo y Lafita alargó la zancada. Puso dos balones de gol que no terminó Diego. El tercero se lo regaló Longás, jugador visionario con un papel residual. Un artista de culto. Su pase liberó a Diego y Diego, roto físicamente, voleó a medias y a gol. El grito se oyó en toda Europa. Ha vuelto el Zaragoza.
8 comentarios
Will Hunting -
Mornat -
Aitom -
Y de alguna manera, el Zaragoza profundo, otro Zaragoza, el que somos todos, ahora respira. Yo siempre he creído que, partiendo de esta base, lo bueno es que ahora el Real Zaragoza se respete a sí mismo. Cuando en las decisiones hay dudas, eso es una buena guía. Y en fútbol, la duda siempre está ahí.
Espero que la época de fichajes y pretemporada no te devore, ni a tí ni a nosotros, los que sólo leemos...
Mornat -
JCuartero: tú eres un amigo... agradezco la generosa propuesta, pero el velocista lleva descansando meses, el maldito. Respecto a mí, el Ornat público, ahora empieza lo peor del año. Pasarte los días olisqueando el aire, interpretando los timbres cambiantes de las voces, los mensajes subliminales y las frases no dichas. Todo el día vigilantes al mínimo ruido en un despacho, a una reunión furtiva, a un encuentro en alguna ciudad de algún lugar, a un nombre desconocido, a la inagotable comunidad de jugadores que componen eso que se llama, con notable afán de síntesis, el mercado. Acabada la ilusión del fútbol (que es un mundo real de ficciones muy convenientes) ha comenzado lo que se llama el periodo de fichajes, amigos. Merecería un documental en esa serie de Discovery sobre Los Peores Trabajos del Mundo. En serio, no se lo deseo a nadie... Si no sabéis lo que es ver a hombres desesperados, pasaos por la redacción.
jcuartero -
zaragocista -
Bueno, resumes muy bien lo que fue el partido, sufrimiento inmerecido por lo que ha sido la temporada. Y no olvidemos quien da el pase. Qué talento tiene Longás y que miedo tengo a que sea tan poco aprovechado como el de gente como Corona.
En cuanto a Diego, en mi blog ya he hablado de él. Es una dosis de adrenalina la que despierta en sus compañeros el tener a un jugador como él. Profeta del gol y discípulo de aquellos que compañan esa cualidad con otros factores beneficiosos para el equipo....y no son muchos eh.
Un saludo Mario.
lorena -
Sergio -